Sólo quien se va sabe lo que cuesta volver. Yo llevo una vida yéndome y volviendo. Se comprende con cierta facilidad, de un modo intuitivo, la dificultad de la ida, la adaptación a al nuevo entorno y a la nueva tarea, el desarraigo. No se suele comprender de igual manera el cambio de la vuelta, se asimila a una nueva ida pero no lo es. Lo que hasta ahora era el refugio estabilizador pasa ahora a ser un entorno nuevo con caras viejas, desequilibrante, hostil. Remover los pilares sobre los que nos sostenemos es un ejercicio poco frecuente, duro, agotador y peligroso.
En ello estamos.
Tinto del año, de Peñafiel, reconciliándome con el tinto que nunca dejé.
Ánimo....sólo quien ha luchado tanto sabe que saldrá de ésta también. ¿Puedo un gin's? :-*
ResponderEliminarYa lo creo amiga, saldré, vamos por ese gin.
ResponderEliminar