martes, 20 de mayo de 2008

Ensayo 7


Vuelvo a la realidad y la cama, debería dormir un poco, mañana puede ser un día muy agitado y hay que estar despierto y fresco. Vuelvo a la cama se despierta un poco, se abraza a mi, me besa entre sueños y entre sueños me coge el miembro que reacciona (esta vez si al contacto) ¿que pasa? dice.....

Nada, ya sabes que tiene voluntad propia, yo no tengo nada que ver con esto. Mentiroso, murmura entre sueños, mientras su mano juguetea, sus dedos se deslizan por el tronco, cogiendo sin coger, rozando sin tocar, lo tantas veces tocado, cogido, sobado, besado, chupado, comido, adorado, alabado, sentido, gozado, a veces sufrido, a veces odiado y siempre apetecido. Esto, pregunta entre sueños, ¿es que te apetece? Pregunta que huelga entre amantes, siempre nos apetece, eso se pregunta en los matrimonios le había dicho yo alguna vez, por eso no te lo pregunto nunca, te lo digo o directamente te lo hago.

Sus caricias disminuyen cesan, pero han tenido el efecto no solo sobre mi miembro (como he dicho, bastaría con despertarla para solucionarlo) también sobre mi memoria. Memoria traicionera, certera, inmisericorde, que quizás en estos momentos, en esta circunstancia sea lo último, lo único, que me quede. Memoria de...

3 comentarios:

  1. Esperaba el “Ensayo 8”, vaya chafón. Aunque, “imaginando” jeje, a dónde se te había ido la memoria, mejor no lo publiques.
    Para eso reconstruye Babilonia. Probablemente muchas de las cosas que nos han contado de sus habitantes no serán ciertas, aunque espero que lo más interesante si.

    ResponderEliminar
  2. "..Soy un hombre, no esperes mucho de mi..."

    ResponderEliminar
  3. Aparatos que vuelan, máquinas que limpian la sangre, trasplantes de órganos, observar el sistema solar, observar el adn, llegar hasta la luna, tocar el cielo con los dedos… ¿Qué dices que no espere?

    ResponderEliminar

Comentarios...