miércoles, 16 de julio de 2008

Sesion 4


Llegamos al coche, ella delante, noto en las sienes los latidos de mi pulso acelerado, bésala, bésala, ahora, cuanto antes, ahora que el deseo se abre paso en tu razón, nublando tu vista.¡Bésala! Me digo a mi mismo, ahora, bajo la luna, al cálido, casi asfixiante aire de la noche, deja que tus labios y tus manos sigan a tus ojos, adelantados de lo que tu espíritu anhela….
Ella parece nerviosa, insegura, eso ¿es bueno? ¿Es malo? ¿Teme o anhela? ¿Huye o desea? ¡Ah maldito momento en que te juegas todo en un beso! El primer beso, el primer beso dice mucho, pero este lo dijo todo, no era miedo, era puro anhelo, no huía, deseaba y se entregaba con una sensualidad, una fuerza arrebatadora, sublime. Uno de esos besos de los que no sabes cuando han terminado, si se que conduje o nos tele transportamos, quien sabe, a mi apartamento, que una vez allí los cuerpos se buscaron con ansia, los labios con furia, las manos con prisa, los ojos se encontraban revelando un fuego inesperado, insospechado.
La luz de la mañana atravesando la persiana veneciana me despierta, me giro buscando su calor y me abrazo al vacío de su cuerpo en mi cama, me incorporo alerta, la llamo, salto de la cama, la busco. No la encuentro, encuentro mi cámara, mis dedos pulsan botones y aparece su imagen, la luz sobre su cuerpo dejo huella en el sensor, la pasión de su piel sobre la mía la ha dejado en mi alma.

3 comentarios:

  1. ahh...(suspiros)

    Que rico, que rico, el primer beso el mejor, post inspirador me estan dando ganas jejeje.

    Deberianos poder dar un primer beso aunque sea una vez al mes, seria estupendo no ser tan "correctos".


    Finalmente regresas, besos.

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  2. La decisión de dar un primer beso, o más bien de dejarse besar por primera vez, es firmar la propia rendición...

    Bendita y dulce derrota...

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