martes, 27 de octubre de 2009

Con solo una mirada

(Una de subidón mañanero)

Interrumpo con esto el relato por entregas de mis correrías por Asia menor, aceptando el riesgo de quedar…como un presumido. A veces las cosas más nimias te alimentan más que una barrita de biomanan.
De vuelta a la acogedora rutina, la ciudad levantándose, la mochila en la espalda, en el mp3 Carlos Herrera, en el primer semáforo la misma adolescente camino de clase con la que me llevo cruzando dos años y en el segundo la misma superwoman (versión supermamá 2.0) con la niña que no quiere ir al cole.
Una mañana de otoño como otra cualquiera, camino del tajo, con media neurona encendida y navegando en automático, que ni el desayuno saludable, ni el café ni siquiera el Gin-Seng han hecho efecto todavía. De repente se enciende el chivato, suena la chicharra, todos los sistemas en funcionamiento, “zafarrancho de combate”….¿Esto es a mi?
Me explico, podré parecer un sobrado, pero hace tiempo que puse el filtro estrecho y no dedico interés alguno a féminas de menos de treinta y tantos, mas que nada porque antes de esa edad entre la permanente y el escote (mas abajo es otra cosa) hay poco con que entretenerse.
Lógicamente soy correspondido por las chicas de este segmento de edad con una indiferencia parecida, (mejor) así que esta matutina alarma me inquieta ¿Qué pasa?
Me permito recordar que soy un hombre y por consiguiente torpe, cuando miro a una mujer ella ya me ha percibido, repasado, juzgado….y descartado o aprobado según guste. Por esto precisamente, cuando veo que me esta mirando, mirando como a mi me gusta que me miren…es que esto es lo que parece, y así descubro a dos “jovenas”, medio siglo largo entre ambas, que pese a lo temprano de la hora, dirigían sus miradas, entre nerviosas y descaradas a mi modesta estampa.
Pensando para mi que no son horas, no, de andar levantando la ceja y que no hay tiempo para una faena completa, que estas mayor ya hombre, que no te vas a acordar…bueno va, al menos una rápida tienta, venga. Compongo una sonrisa, una mirada a los ojos y procedo, con mi natural cara de despiste, a preguntarles una dirección (la de mi trabajo, ¿para que pensar?)
Tras unos capotazos, trastear un poquito, ver como entran al trapo, con nobleza y la fuerza propia de la edad, cada una por un pitón distinto (dos caracteres, una callada con la mirada fija y una lanzada que no para de hablar), hago un quiebro y me despido siguiendo mi camino….. ¿Cómo era esto? Ah si, hasta la esquina, cuatro, cinco, seis pasos…..distraídamente me giro y ahí están mirándome el culo, riendo y cuchicheando.
Lo dicho, una de autoestima.

5 comentarios:

  1. Vaya, ya somos dos los que necesitamos que nos la levanten (la autoestima)

    Qué envidia, a mí estas cosas ya hace tiempo que no me ocurren, cosas de ir siempre motorizada al trabajo, con cara de sueño y esconderme bajo las sábanas demasiado últimamente.

    No se de qué te extrañas, tu ceja y tu culito siguen causando furor, lo sabes. Otra cosa es que necesites que te lo recuerden con frecuencia. Cosas de la edad (digo yo). Eso o que sigo sin entenderos del todo...

    ResponderEliminar
  2. Joer, somos parecidos.
    Cuando me percato del tema (voy siempre con la mirada perdida en Antequera, y pensando en las musarañas aunque parezca que miro de frente) es demasiado tarde y el maromo está ya en el kilómetro X.

    ¡Me voy a poner al rollo éste de la autoestima a la voz de ya!
    Y de paso a ver si me como un colín, leñe, que yo puedo y no tengo cortapisas...

    ResponderEliminar
  3. Ays Gusanito, no prives a tus paisanos de comtemplar tu cuerpo serrano....hay que caminar mas que es bueno para los gluteos.

    ¿Que no nos entiendes? Si somos mas fáciles que el mecanismo de un chupete....you know......

    ResponderEliminar
  4. Fiebre, que no me creo nada, que las chicas nos dais cien vueltas jejeje
    Lo que no te comas tu será porque no quieres jejeje

    ResponderEliminar
  5. Lo que no me coma será porque no me entero.

    Las chicas os darán cien mil vueltas, pero a mi gen camionero, lo mismo le da por ir pensando en la alineación de Muñiz del domingo, o la receta de una tarta de queso, y no veo lo que se cuece a mi alrededor.
    En serio, soy despistadísima.
    Lo juro por Nacho Vidal que no miento.

    ResponderEliminar

Comentarios...