Me hago con los trastos de matar y me enfrento al patio mas sucio a este lado del misisipi, totalmente desmelenado en una orgía de limpieza y música, con mas estilo que Freddy Mercury pero sin falda (aunque me sienta genial, que uno esta muy bien de pierna) expulso los demonios fuera de mi a golpe de mocho y quita grasa. (recomiendo el KH-7 original, rechace imitaciones). Reluciente el patio como los chorros del oro, desmontada, limpiada y vuelta a montar media lavadora y sustituidas por otras recien traídas del chino de la esquina las cuerdas del tendedero, la guerra ha terminado, digo la limpieza.
Una vez marujilmente relajado me abandoné a algo mas "de machotes", aunque precisamente por eso cada vez mas mujeres se apuntan, cerveza, fútbol en la tele y radio estadio.
Creo que fue un momento de cambiar de ritmo y empezar a remontar, no va a ser fácil ni rápido, pero estoy en ello.
Creo que fue un momento de cambiar de ritmo y empezar a remontar, no va a ser fácil ni rápido, pero estoy en ello.
Las batallitas del finde o de como las mujeres son inmensamente ingratas próximamente en este blog.
Si te da otro achuchón mi casa necesita una manita de todo; yo pongo las cervezas, eso sí: cruzcampo no, que no me gusta ¡cosa más mala!
ResponderEliminarPues digo yo que te sienta muy bien el mocho moteado con piel de vaca..
ResponderEliminarSi es que la limpieza purifica los patios...y como te pongas, hasta el alma..
Un beso
¡Dios coja confesadas a las valencianas!
ResponderEliminarCuando uno coge el mocho y suda...sabe como empieza, pero no como acaba.
(Lo digo por experiencia).
Merce, con el resto de la casa voy poco a poco jeje
ResponderEliminarLa cruzcampo gran reserva esta buena, aunque lo mio sigue siendo la woll damm ya te digo.
Gracias cactus, tu es que me miras con buenos ojos. El mocho piel de vaca es regalo de mis nanos, me encanta.
ResponderEliminarUn beso
Cuenta cuenta fiebre, que yo cuando cojo el mocho es para limpiar y acabo cansado y duchandome.
ResponderEliminarBesos
¡Ánimo qué todo pasa!
ResponderEliminarAunque visto desde lejos, tampoco te lo montas tan mal.