Entró y entonces supe que hay mujeres que te duelen en el pecho al contemplar la contención exacta de sus carnes y que basta que te miren para que una patada de tungsteno te rompa el esternón y una dulce asfixia te impida pensar en la existencia del aire. Les basta aparecer sin que tengas tiempo de analizar las razones; es su presencia , su estar en el mundo lo que vacía el tiempo y el espacio, desparramando la angustia existencial, la primera angustia del primer hombre cuando se sintió convocado por la primera mujer.
La vi apoderándose del espacio vital con su espalda erguida y la cabeza echada hacia atrás para preparar el vuelo de una mirada envolvente, mientras cerraba el cuerpo con las manos sobre su regazo. Sus ojos, construidos con piedras preciosas aún no clasificadas por ningún geólogo y aquellos cabellos miel oscura, espesos también como las mejores mieles oscuras, acariciantes de una cabeza de diosa dulce, la piel de melocotón sazonado, la boca besadora de palabras.
Se acercó al fondo de la barra, donde yo me encontraba, desencadenando en mi interior una oleada indignación repartida contra mi mismo y contra aquella desestabilizadora de mi equilibrio.
Tenés cara de cansado.
Estoy cansado.
Los grandes cansancios presagian los grandes entusiasmos.
Este es sin duda un gran cansancio.
¿Vas a seguir aquí o venís a tomar tres botellas de un vino blanco absolutamente sensacional?
Eres rápida forastera ¿Que quieres decir?
Que nos vayamos a la cama.
Conozco la técnica, se reciben muchas bofetadas y se logran a veces planes sensacionales.
¿Que saco yo? ¿La bofetada?
No. Pero tampoco el plan. Estoy esperando por alguien. Lo nuestro es un amor imposible.
No había hecho mas que nacer.
Son los mejores.
Y apagando el cigarro con gesto decidido y calmo, salí del bar, atravesando una cortina de humo, dejando atrás a una mujer bella inmersa en la inmensidad de una perplejidad universal, arrastrando conmigo toda la dignidad que carga un hombre solo, un hombre solo que va a recoger a su hijo.
Tenía que haber caído antes. Sólo por un hijo se deja escapar un plan así ¿verdad?
ResponderEliminarEn todo caso, la historia no es muy reciente si estabas fumando en un bar.
Me arrancaste una sonrisa. Gracias.
Besos
Ah, y muy seductora la foto
ResponderEliminar"...la cobardía es asunto
ResponderEliminarde los hombres no de los amantes
los amores cobardes no llegan
a amores ni a historias
se quedan ahí..."
S.R
;)
Ahora sería imposible, ¡¡¡es un leproso que fuma!!!! estoy con Alís, sólo por un hijo se pierde el plan estupendo..¡otras ocasiones tendrá! la Ley de Compensación Universal actuará...
ResponderEliminarPalabreja a introducir: consolua..casi consuela, el que no se consuela es porque no quiere
fumador...me encanta esa foto....
ResponderEliminary creo que tienes la elasticidad suficiente en el alma y el corazon....de tu cuerpo.......mejor me callo...es mejor descubrir
besos mibaby
Alis, se deja escapar por hijo o por el libre albedrío, que uno solo es moderadamente previsible.
ResponderEliminarMe alegro mucho de haberte arrancado una sonrisa y de que te guste la foto.
Un beso.
PS. No fumo.
Bramida solo era una aventura, un amor es otra cosa, creo...
ResponderEliminarsemilla negra es ley no me la he estudiado yo, pero espero que se cumpla.
ResponderEliminarDesarrollame el concepto "consolua", que parece algo Sony o de Nintendo jajajaja
Un beso
La ley de compensación universal es particular, me la inventé hace muchos años para consolarme de las putadas ajenas o para creerme que las personas malas tendrían su merecido en cualquier momento de la vida, yo creo que realmente funciona, a ver, si te va mal en un aspecto de la vida hay otro en el que te va estupendamente, si alguien es un cabronazo la ley actua y lo paga, si dejas un planazo por un hijo en algún momento la ley actuará y encontrarás uno mejor, sólo hay que creerselo y verás como es cierto....beso
ResponderEliminarconsolua, pues no se, yo creo lo que te dije que el que no se consolua es porque no quiere, je,je
La ley de compensación universal es particular, me la inventé hace muchos años para consolarme de las putadas ajenas o para creerme que las personas malas tendrían su merecido en cualquier momento de la vida, yo creo que realmente funciona, a ver, si te va mal en un aspecto de la vida hay otro en el que te va estupendamente, si alguien es un cabronazo la ley actua y lo paga, si dejas un planazo por un hijo en algún momento la ley actuará y encontrarás uno mejor, sólo hay que creerselo y verás como es cierto....beso
ResponderEliminarconsolua, pues no se, yo creo lo que te dije que el que no se consolua es porque no quiere, je,je
Ta como la describes es para comerla..
ResponderEliminarDanann soy un hombre de tamaño contenido, la elasticidad del alma y del corazón se alcanza con la madurez, o no. La del cuerpo....ejem ¿Te callas? jajaja
ResponderEliminarMe alegro de que te guste la foto ¿Tu ya no fumas?
Besos myice
semilla negra, tengo un hijo, la compensación va implícita jeje
ResponderEliminarBeso
PS. De vez en cuando tengo también algún planazo...
Blog A , para comerla y y chuparse los dedos después....
ResponderEliminarUn magnífico relato, envolvente y sugerente la primera parte… hasta me han dado ganas de beneficiarme a la colega a mí, que me gusta un señor más que a un tonto un lápiz.
ResponderEliminarY curioso final .
Tal como yo lo veo - que la interpretación es libre-, el hijo es una excusa como podría ser otra cualquiera para destacar el hecho de que un hombre, por sistema, no está obligado a decir siempre que sí.
Si esta entrada la hubiese escrito una mujer sería un relato considerado “lógico”.
El hombre parece que tiene la presión añadida de tener que portarse siempre como John Wayne con la pistola presta y dispuesta, cuando cada vez más, son muchos los que reivindican su derecho a decir NO tranquilamente sin que produzca estupor (las mejores de las veces) o una reacción desmedida o cabreada por parte de la rechazada.
la elasticidad del cuerpo???? ufffffffffff mejor me callo por alusiones, jajajajaja
ResponderEliminarsigo fumando, a ver...que remedio nos queda de rebelion