Terror en el supermercado (Porque yo lo valgo, pero ellas lo cuestan)

Monday morning, justo cuando Sandra Sandalinas en Ondacero Valencia me cuanta que hay siete grados en alicante y ocho en Valencia (casi siempre se llevan un grado) y mirando al tipo de detrás del espejo, que está mucho más viejo y más gordo que yo, pero mucho vamos, descubro con horror que se me ha acabado el aftershave. No hay pegas, nota mental, comprar aftershave.

Contra todo pronóstico, sobre todo conociendo mi proverbial mala memoria, doce horas más tarde cuando me dirijo al “super” pilotando el penúltimo modelo de “Rooster” turbo dieciséis válvulas con ABS, me acuerdo. Aparco el vehículo en la entrada, saludo a la Yessi, mi cajera favorita merece un capítulo aparte, y me encamino, todo inocencia y felicidad a la zona de cosmética de hombre.

Y de repente, cae sobre mí el peso de la edad, me explico.

Yo quería un “aftershave”, vamos que sin llegar al “Floid el genuino”, que guardo en mi imaginario infantil, imágenes de peluquería de pueblo con peluquero calvo y fotos de Iribar con la selección y con el Bilbao (que eso si eran porteros y no los Palops de hoy en día) si quería algo simple, para ponerse después del afeitado. Parece sencillo, pues no.

Se abre ante mí un universo de cajitas de colores de todos los tamaños y formas posibles, con una clara dominante naranja, los “menexpert” (pero pronunciado en murciano) o azul, los “niveaformen”. Me siento perdido delante de los “Hydraenergetic Turbo Booster” ¿seguro que esto no es para tunear el coche? O los “Bálsamo extreme confort”, que debe ser cómodo, pero es que yo quería un “aftersei”.

Como soy un hombre civilizado y en contra de los tópicos que se nos cuelgan al sexo débil (el masculino) no me importa preguntar cuando no sé, me dirijo a la señorita uniformada de la sección y le pregunto, todo inocencia y candidez de nuevo, por algo “para después del afeitado”.

Y aquí surge un mundo nuevo, el de las perfumeras, que básicamente existen de dos tipos:

-Cuarentañera larga de impresionante presencia, melena de leona del mismísimo serengeti, tetas de gel de silicona y muchos tiros en el negocio. Problema añadido que no hay donde mirar, si la miras a los ojos se mosquea, piensa “¿para que me he puesto yo 6000 euros en el escote?” o “me tenia que haber puesto mas, ya me lo decía mi prima” o eso o bien piensa que eres un tío raro. (Gay no, porque entonces sabrías lo que buscas jeje) Si la miras al escote, pues eso, piensa que eres otro salido mas y que a ver que te coloca..

Te cuenta las excelencias de la cosmética masculina moderna, los liposomas, los radicales libres, el Q10… yo ya la empiezó a mirar con cara de desconcierto y ella a mí con cara de mosqueo.

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  Tienes el Bálsamo sensitive o el Bálsamo hidratante antifatiga de larga duración ¿cuanto tiempo dedicas a cuidar tu piel?



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  A ver guapetona ¿Cuanto tiempo dedicas tu a cuidar los 225/55R1691V que calza tu coche?



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  ¿Sabes cual es tu tipo de piel?



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  No, pero se soltarte con la izquierda, a la primera, sin dejar de mirarte a los ojos y después de cuatro gin tonics, ese sujetador negro de la 95E. (Señor señor..)



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  Jajajaja,,,

-Jovenzuela con morritos a lo Jessica Alba, delgadita, con la pretez propia de los pocos años y las tetas ligeramente caídas hacia arriba, como mirando a la meca. Nueva en el negocio, superpreparada y supermotivada, se dirige hacia mi como dando saltitos.

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  ¿Un aftershave? Eso ya no se lleva, lo mejor es usar un Gel limpiador fresco, un Gel-bálsamo pre afeitado y después una hidratante anti fatiga de larga duración.



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  ¿De verdad es necesario todo eso?



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  Si, para mantener la piel todavía joven si, y debería complementarla con un “roll on ojos efecto hielo” para usarlo mañana y noche.

Todo esto sin dejar de mirarme a los ojos, luego repasarme de arriba a abajo y luego otra vez a los ojos, cambiando de sonrisa profesional a sonrisilla tonta, retirándose nerviosamente el pelo de la cara y quien sabe si pensando que este viejo rockero tiene su morbillo (y puede que su polvillo). Cuando aparece como tele transportado desde una galaxia muy, muy lejana, mi primogénito adolescente que se detiene junto a ella con su voz en pleno cambio:

-Papá ¿has cogido las madalenas de chocolate?

Y un repentino ataque de realidad dispara la evidencia que la moza hace mejor pareja con el nano que conmigo, asi que recojo medio lote de juventud en bote, me despido con un cumplido y arrastro mi madura humanidad hacia la caja. Mirando al cielo de escayola y neón:

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  - Señor, señor, si yo solo quería un aftershave ¿porque me has abandonado?



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  Porque no tienes remedio...



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  Ya....