lunes, 25 de enero de 2010

Trabajo de Hércules


En realidad el segundo trabajo de Hércules. Debía matar a la hidra de Lerna; un monstruo con cuerpo de serpiente, garras de dragón y dorso cubierto con duras escamas, y tenía siete cabezas, cuyas siete bocas vomitaban fuego y azufre. Una de las cabezas tenía láminas de oro y se decía que era inmortal.

Hércules le cortó una cabeza pero ésta se regeneró y la sangre que manaba al caer al suelo se convertía en escorpiones y serpientes.

Hércules le pidió a su sobrino que prendiera fuego al bosque más cercano y le pidió que trajera tizones llameantes que aplicó a las heridas abiertas en los cuellos de la bestia para que así no salieran más cabezas. Al final quedó la cabeza de oro que con un espadazo cortó e inmediatamente la enterró bajo una inmensa roca para impedirle retoñar.

Un trabajo de esos que al mismo ritmo, al menos, que vas solucionando, van surgiendo nuevos retos, nuesvos problemas. Ha sido todo un desfío, no convenientemente reconocido, pero no importa, he salido triunfante.

Al igual que Hércules en su segundo trabajo no ha sido la fuerza herculea lo que ha inclinado la balanza a mi favor si no el conseguir la ayuda de su sobrino. Mi mérito no ha sido trabajar duro, que lo he hecho, mi mérito ha sido escoger a las personas adecuadas para los trabajos adecuados.

Mientras escribo esto viene a mi cabeza algo que leí hace tiempo, que una batalla debe estar ganada antes empezarla, creo que del "Arte de la guerra" Sung Tzu.

Y digo yo, somos capaces de hacer esto en el trabajo y en la vida diaria, en las relaciones personales, nos embarcamos en batallas de incierto resultado.

Las relaciones personales, las sexuales como parte de ellas, son un asunto de importancia vital para la persona; un asunto de vida o muerte, el camino hacia la supervivencia o la destrucción, a la felicidad o la infelicidad. Por lo tanto, es imperativo estudiarlas profundamente.

Pero no lo hacemos, las convertimos en un canto a la naturalidad y la espontaneidad. Olvidamos que ninguna batalla se ha ganado naturamente y ninguna obra de arte ha surgido espontaneamente.

(continunaré)

12 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en las conclusiones. En realidad (y más a ciertas edades) aún creyendo en la espontaneidad, todo forma parte de una estrategia; puede incluso que ésta se dé de manera inconsciente, pero ahí está. Igual se debería colgar un mapa en alguna pared diáfana, y trazar en él el objetivo a conquistar (se trate de lo que se trate) e ir anotando las batallas -a ser posible ganadas- para llegar victorioso al frente enemigo.

    Pd: La metáfora me ha quedado francamente bélica :)

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  2. Pues yo creo que en mayor o menor medida todo en esta vida se pelea, lo de la naturalidad y el dejalo fluir, por lo menos a mi, nunca me he funcionado. En todo hay que poner empeño y lucharlo sea cual sea el resultado.
    Debo de ser prima lejana de Hércules o algo ;P
    Besos caballero

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  3. Me muevo por impulsos. Soy incapaz de tener una estrategia previa, y las pocas veces que le he tenido, he terminado pasando de ella... Así me luce el pelo...

    Besos.

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  4. India, la espontaneidad va de la mano de la improvisación y esta de la de la chapuza. Ya se sabe que la mejor improvisación es la que está bien preparada.
    Se debe tener la idea clara de lo que se quiere y de como coneguirlo.
    Un beso

    Pd. La metáfora es buena, quizá es que llevas dentro una guerrera.

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  5. Cris, es que hay cosas que no se deben dejar al azar. Menos todavía cosas tan importantes como las relaciones humanas o el sexo.
    Hèrcules era de familia ilustre (hijo del mismo Zeus)
    Besos señoria.

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  6. En primer lugar mi enhorabuena por el trabajo de Hércules realizado. La satisfacción del deber cumplido es muy gratificante.

    En cuanto a la segunda parte, aunque bien es sabido que la tierra es para quien la trabaja, las relaciones personales (sexuales incluidas) no son como el deber cumplido y tienen su componente de espontaneidad.
    Intentas estudiar el terreno, la climatología y sembrar tomates, y sin saber porqué... a veces cosechas pimientos.

    Perdona el símil, pero ando algo espesa.

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  7. Merce, una estratgia tiene su flexibilidad para adaptarse a los acontecimientos.
    Seguro que el pelo te luce brillante y sedoso como un anuncio de champú.
    Un beso

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  8. Fiebre, un componente de espontaneidad está bien, pero las obras de arte no se improvisan.
    Si te han salido pimientos en vez de tomates es que no has hecho la faena como es debido.
    Si el arte es diez por ciento de inspiración y noventa por ciento transpiración, las relaciones, el sexo, incluso el amor no van a ser menos.
    Gracias, la íntima satisfacción del deber cumplido no paga la hipoteca, pero satisface el espiritu, algo es algo.
    Un beso.

    Hortelana te veo...

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  9. De "quizás" nada; absoluta certeza.

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  10. Solo la experiencia tiene la capacidad de utilizar las estrategias adecuadas para tener la partida ganada de antemano, y solo la experiencia puede efectuar los ajustes necesarios durante la batalla para que las sorpresas enemigas no le lleven a la derrota.

    Estoy de acuerdo contigo en que no la aplicamos a los sentimientos y al sexo, de hecho, más de uno/a acabamos cayendo siempre en los mismos errores. Pero discrepo en que la estrategia, la preparación y el conocimiento sean suficientes para conseguir a tu lado la persona adecuada.
    Los sentimientos cambian fácilmente, por una razón casi inadmisible, no son controlables. Y el sexo esta demasiado demonizado para disfrutarlo como conviene.

    Pienso que el estudio profundo solo es posible trabajando día a día junto a quién parece predispuesto a hacer lo mismo, esforzarse contigo. Y la experiencia en estos casos solo es útil para ajustarte cada día a la evolución de ambos.

    Espero la continuación, me encanta tú forma de tratar el tema, y como siempre, me sorprenderás con tus conclusiones.

    Un beso

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  11. Guerrera India, claro..no me has dicho de que tribu...

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  12. gaia, la experiencia es la madre de la ciencia, pero el amor y la guerra son artes, no ciencias exactas, de ahí su resultado incierto.

    Lo que si es cierto es que en ambos terrenos, si no se aplica uno con dedicación está abocado al mas terrible de los fracasos.

    Aquellos que demonizan el sexo en el pecado llevan la penitencia, no me interesan.

    Un beso.

    PS. Hay errores en los que da gusto caer, de vez en cuando...

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