Trabajaba cerca de mí, la veía a diario pasar delante de mí, saludarme, sonreírme y desaparecer calle abajo. Yo la saludaba con más energía de lo propio en mí y ella regaba mi existencia con sonrisas más largas y miradas más cálidas de lo necesario.
A menudo no iba sola, solía pasear con un grupo de amigas transparentes, al menos para mí, su figura era la única que cruzaba mi mirada de forma angelical, liviana y magnética.
Un día me acerqué y charlamos un segundo, su voz, su mirada, su tirabuzón todo acompañada mi corte y colmaba mi momentánea ilusión. Ella marchó satisfechamente insatisfecha del encuentro.
Yo empecé a planear acercarme a ella de nuevo, trazando un plan para pasar de mero vasallaje visual a algo más próximo, más íntimo. Al final lo conseguí, lo consiguió, ella se acercó y me pidió que le recomendara una película, después me pregunto por otra que yo no había visto y esa tarde la vimos juntos.
Besarla, besar a la diosa fue raro, como traspasar un umbral que me había trazado mentalmente y que nunca había pensado cruzar.
Una noche hicimos el amor. Fue decepcionante. La tenia conmigo, estaba dentro de ella, su olor me traspasaba y sus ojos bizqueaban para abarcarme.
Ya no era la diosa que yo quería.
Fue como la decepción de un niño cuando ve que papá Noel no existe o que el ratoncito Pérez son los padres. Como cuando un mago te explica el truco, la magia pasa a ser física a golpe de chasco y frustración.
Me di cuenta de mi error, de un error de lente, de cerca su belleza suprema se transformaba en rasgos de una máscara, en partes de una faz inabarcable, en algo irreconocible para mí. La perfección de la belleza estropeada por una perspectiva inconveniente.
Así que una ventosa tarde de otoño le dije que no podíamos seguir saliendo juntos, la dejé como a un sombrero viejo, abandonada sobre un banco junto a unas hojas. Y me marché con el corazón roto y la amargura de la soledad en el alma. Quedó marchita, abandonada.
Pero al día siguiente la diosa volvió, su cuerpo flotaba marcando el ritmo de la existencia masculina, su sonrisa iluminaba las vidas monótonas, un punto de rabia e ira potenciaba su divinidad magnificando la sensualidad de sus rasgos.
Una belleza para verla con teleobjetivo, con una focal larga, demasiado cerca se deforma, esta historia de amor solo funcionaria a distancia.
Café solo y ron añejo.
Es que a veces lo que pasa es que nos empezinamos con alguien, y dale que dale, y cuando lo consegumos, se nos pasa el encoñamiento. O tambien puede ser que al principio todo es taaaan bonito, que cuando deja de ser novedad, los fallos empiezan a salir a la luz.
ResponderEliminarBesete.
Copio entero el comentario de Sandra.
ResponderEliminarCuando se consigue lo que se quiere se pasa el capricho.
Preciosa foto.
Beso
De noche todos los gatos son pardos...
ResponderEliminarP.D. Qué bonita entrada. Y mejor foto.
Hay distancias para el peligro y distancias peligrosas.
ResponderEliminarBesos
parece un poco mas del otro blog que de este... pero bonita ficcion ;)
ResponderEliminarbesos
Vengaaaaaaaaaa, la historia más animada para este horrible jueves de lluvia en Speedytown. Jo, Babilonio,es que tú también, qué oportuno, ¿eh? ;P
ResponderEliminarSpeedygirl
Hombre, que eso del "amor físico" necesita algo más de práctica para acoplarse a un nuevo compañero... ¿a la primera vez ya te decepcionas y la abandonas? Mira que eres! Haberle dado un poco más de margen a la muchacha, hombre... Probecilla!!
ResponderEliminarXDDD
Todo broma.
Bonita historia.
Hay historias que, efectivamente, son para verlas de lejos.
ResponderEliminarY personas que, en las distancias cortas, pierden totalmente su luz.
Y claro, luego está el eterno tema de lo soñado y lo logrado, y que la realidad rara vez cumple las expectativas de lo deseado...
Y como dice Speedygirl, venga historia triste para día lluvioso.
Anda, déjate de cafeses y pasemos directamente al ron...
Sandra, si eso que dices sucede, que es mas excitante el reto de conseguir algo, a alguien, que esa persona en si. Pero yo no quería transmitir eso, si acaso una variante, pues el vuelve a amarla, pero de lejos, de cerca no funciona.
ResponderEliminarUn beso.
♥ Ana ♥ pues apuntate la respuesta a Sandra, no es el capricho, es que de cerca aprecia el brillo.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste la foto.
Un beso.
Daeddalus, cuanto bueno por aquí, las estrellas se ven mejor desde muy lejos, de cerca solo son infierno de llamas y gases...
ResponderEliminarMe alegro de que te guste la entrada y mas la foto.
Pilar, que peligrosa vienes hoy, también hay distancias de seguridad....
ResponderEliminarBesos
MAMEN, no es para el otro blog, no hay piel, ni sudor, ni jadeo ni intercambio de fluidos jejeje
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
Besos.
Espidi, es que ha llegado el otoño aquí también y eso me pone un punto romantico-melacolico-moñas jajaja pero se me pasa rápido.
ResponderEliminarNo veas que carrerita mañanera mas relajante qu8e una seman de spa me he dado esta mañana.
Superbesos
Mer, la alejo de mi para que vuelva a brillar como una estrella en el firmamento...¿Nadie me entiende?
ResponderEliminar(Es lo que tenemos lo románticos, que somos unos incomprendidos...snif!!)
Me alegro de que guste.
Un beso.
Jan, cada historia, como cada foto, tiene su distancia focal mas adecuada, lo jodido es encontrarla.
ResponderEliminar¿Triste? ¿Os parece triste?
Eso me pasa por meterme donde no me llaman, los sentimeintos son para los señoritos lo mio es mas "carnal" jajajaja
Marchando ese roncito.
Un abrazo.
!!Hola babilonio!!
ResponderEliminarHe visto q te has hecho seguidor en mi blog,y aqui estoy para ver el tuyo.
Me ha gustado tu post,es dulce y muy romantico.
Idealizar no esta mal,siempre y cuando tengamos claro q ese ideal es de carne y hueso y q lo estamos aderezando con demasiados estimulos.
En mi tierra dicen: ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio.
Besitos babilonio, y ya tienes una seguidora mas.
Au revoir cherie
Lady_Celeste, bienvenida, si te encontré por casualidad y me gustó tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso...y es verdad, en ocasiones la distancia da la perspectiva.
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida.
Un saludo coleguita.
este comentario va por tu foto al modesto proyecto etc etc... de esta semana
ResponderEliminares una foto simetrica, repites un mismo lado de tu cara; misma peca en lados contrarios; estas raro simetrico, mejor al natural.... y mirada de kriptonita?, no se chico, el color miel es mas tuyo; pero eso si la mirada fulminadora tambien la quisiera yo para mi
Mamen, buena onda ;)
Pérfida, bienvenida ponte cómoda y tómate algo. Cada relación tiene su distancia adecuada.
ResponderEliminarUn saludo.
MAMEN, que observadora eres jeje. la foto es un ejercicio de photoshop, en efecto es una cara hecha con mi lado izquierdo, lo de los ojos es una gamberrada para soltar un poco de stress jeje.
ResponderEliminarUn beso..y buena onda.
Cuando algo para a ser tuyo, todo el interés se pierde, esa insatisfacción que llevamos dentro supongo....
ResponderEliminarSaludos!
Pio, a veces pasa eso de que una vez poseído se pierde interés, lo que es una pena sin duda, pero no siempre.
ResponderEliminarYo iba mas por la distancia, pero los textos son libres e interpretables.
Saludos