RIESGOS

Vivimos un lugar en que la vida está llena de dificultades y desprovista de esperanza, no hay utopías, no hay ilusión, más bien todo lo contrario. Si nos paramos a analizar lo enlazados entre sí que están varios riesgos mundiales veríamos un conjunto de riesgos económicos, demográficos y sociales que indican un futuro desesperanzador para gran parte de la humanidad. Si varios de estos riesgos interactuasen entre si esto podría acarrear un mundo en el que una gran proporción de jóvenes se enfrente a crónicos y altos niveles de desempleo, al mismo tiempo que la mayor proporción de jubilados de la historia sean dependientes de gobiernos muy endeudados. Tanto jóvenes como mayores podrían enfrentarse a una brecha salarial, así como a un déficit de cualificaciones tan amplios como para amenazar la estabilidad social y política.

El riesgo de que las condiciones económicas a la baja pongan en peligro los contratos sociales entre los Estados y sus ciudadanos es más que destacable. A falta de alternativas viables, esto podría acelerar una espiral descendente de la economía mundial avivada por el proteccionismo, el nacionalismo y el populismo.

(Y todo se iría a la mierda.)

Pero este elemento subversivo y babilónico no pertenece a ese escenario distópico de los primeros párrafos, ni yo, ni mi retoño adolescente. Sorprendido me tiene de lo interesado que está en el mundo que le rodea, Barsa y consola aparte, él sufre la falta de calefacción en el cole, pero no en silencio como las hemorroides. Ya me organizó en su centro la huelga del jueves pasado y se que ya se está currando la del 29. Soy un padre protector y no me llena de ilusión dejarlo ir a esas cosas, pero pienso que si todos hubiéramos estado así de comprometidos con lo que nos rodea igual no hubiéramos dejado que nos llevarán a la situación en la que estamos, es un riesgo que tengo que correr. Espero no equivocarme.

Y no solo me sorprende en eso el nano, esta tarde ha venido con un compañero a castigarme los oídos que les viera ensayar una presentación, cuando  han terminado se han quedado echando un FIFA. Oír a dos humanoides adolescente en su salsa no tiene precio cuando uno ya tiene cuarenta y cinco y unos pocos (como House). Son dos chavales formaletes y ahorradores, hablaban de romper la hucha, su amigo decía que quería montar en moto de agua.

- Lo tengo visto, media hora por 80 euros- decía.

Al oírlo mi retoño se escandaliza.

- ¡Media hora por 80 euros! Es carísimo.

- Pero tengo la experiencia de montar en moto de agua- decía su colega.

Y mi primogénito sin dudarlo un segundo .

-De mayor te ligas a una californiana y montas todo lo que quieras.

 

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No se si lo de sindicalista es lo peor o si los recortes han llegado a mi neurona pero después de ver que fotos hago me voy a recetar un Gin, a ver si me aclaro.