sábado, 5 de septiembre de 2020

Abraza tu dolor. (hay cosas mejores que abrazar)...

 

Tal vez has perdido a alguien que amas. Todos de una u otra forma hemos perdido a alguien a quien amamos.

Cuando las circunstancias verdaderamente terribles nos ciegan se tarda tiempo en recuperarse. Pero hay que pasarlo, dicho de otra forma "el duelo es un proceso saludable que nos permite comenzar de nuevo después de un final inesperado".

Ahora bien, es posible que se haya oído que no es saludable llorar durante demasiado tiempo, que hacerlo interfiere en la sanación. Esto es algo quese les dice a los adolescentes.

En principio todos aceptamos las lágrimas, pero a medida que pasaba el tiempo, a menudo me decían  que era hora de dejar ir. "Las lágrimas no ayudan en este momento". Yo creo que las lágrimas son necesarias. Poco a poco riegan las semillas de la recuperación. Y así uno se recupera como un alma mucho más fuerte, más amable y más sabia que nunca antes.

 Debe de haber una pequeña razón para todo, aunque a veces sea increíblemente difícil de comprender. Debemos de conocer el dolor de la pérdida, porque si nunca lo supiéramos, tendríamos poca compasión por los demás y poco a poco nos convertiríamos en monstruos huecos de egoísmo, criaturas de gran interés, nunca siendo felices con lo que tenemos. El terrible dolor de la pérdida enseña humildad a nuestro tipo orgulloso, tiene el poder de calentar un corazón frío, y hacer una persona aún mejor de una buena.

 Así que sí, el dolor puede ser una carga que nos devasta a corto plazo, pero también puede ser un ancla saludable para sanar y vivir bien a largo plazo, creo.

 A menudo nos acostumbramos al peso del dolor y a cómo nos mantiene en su lugar.

Aunque nunca se deje de llorar por completo, simplemente porque nunca se deja  de amar a los que (o a las situaciones) que hemos perdido, se puede aprovechar eficazmente nuestro amor por ellos en el presente. Se les puede amar y emular viviendo con su magnificencia como nuestra inspiración diaria. Al hacer esto, viven en el calor de nuestros corazones rotos que no se curan completamente, y seguimos creciendo y experimentando la vida, incluso con las heridas. Es como romper mal un tobillo que nunca sana a la perfección, y que todavía duele cuando bailas, pero bailas de todos modos con una ligera cojera, y esta cojera sólo se suma a la profundidad de tu actuación y la autenticidad de tu personaje. 

Va siendo hora de elegir una nueva respuesta.

Independientemente de las circunstancias,se puede encontrar la fuerza para preguntar:

 "¿Cómo puedo responder desde un lugar de claridad y fuerza hoy en día, en lugar de seguir reaccionando con ira y resistencia a las dolorosas experiencias que me he visto obligado a vivir?"

  Es hora de redirigir conscientemente mi enfoque quitándolo de algo inmutable que me arrastra hacia abajo, y en su lugar centrame  en algo pequeño y procesable que me mueva hacia adelante en este momento.

 Nada me detiene en este momento, nada me está frenando más que mis propios pensamientos y reacciones a "cómo es la vida".

 Por supuesto, es posible que no sea responsable de todo lo que te sucedió en el pasado, o de todo lo que me está pasando hoy en día, pero necesito ser responsable de deshacer los patrones de pensamiento y comportamiento que estas circunstancias crean.

 Se trata de pensar mejor para vivir mejor.

 Verdaderamente, la mejor arma contra el dolor es la capacidad para pausar, respirar y elegir una respuesta presente.  

Se puede cambiar la forma de pensar y responder. Y una vez hecho,  se puede dominar una nueva forma de ser.

 La conclusión es que la vida mejorará cuando yo mejore. Invertir en uno mismo mental y físicamente a partir de este momento. ¡Elegir una nueva respuesta! Hacer que sea una prioridad aprender y crecer un poco cada día construyendo rituales positivos. Cuanto más fuerte me vuelva, mejor será mi vida a largo plazo.

 Sí, esto también pasará.

 

 

 Disfrutando del veraniego blanco, con moderación.

 

4 comentarios:

  1. Antonio Damasio es un neurólogo que describe las emociones como programas neurológicos, un requerimiento a nuestro sistema nervioso de que ocurra algo. Cada emoción tiene un propósito, incluso las que consideramos "malas". Si las acogemos y las dejamos hacer su trabajo, podremos salir fortalecidos. Por supuesto, los duelos también requieren su proceso.

    Besos

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  2. No se muy bien que son las emociones, sólo que son tan inevitables como necesarias, creo.

    Besos

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  3. Todas y cada una de ellas como apuntas en tu entrada son necesarias para mantener el equilibrio. Por eso quizá es importante que duren lo justo. un placer volver a leerte

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    1. Encantado de verte de nuevo por aqui, de equilibrio, de lágrimas y emociones no estoy muy allá.

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Comentarios...