Superando desastres, o intentándolo al menos.

 Hoy en primera persona, o como se diga ahora. Creo  que es mucho mejor estar agotado de mucho esfuerzo, aprendizaje y crecimiento, que estar cansado de no hacer absolutamente nada.

¿Cuántas veces he oído que fue el final, cuando fue realmente el principio? Seguro que muchas veces. Supongo  todos tenemos problemas. Todos pasamos por circunstancias problemáticas, grandes y pequeñas, que nos afectan profundamente. Y entonces.

Nos preocupamos. Nos decepcionamos. Nos sentimos abrumados. Tenemos ganas de rendirnos. No nos sentimos lo suficientemente bien. Desearíamos tener más recursos. Desearíamos que nuestros trabajos fueran diferentes. Desearíamos que nuestras vidas personales fueran diferentes. Creemos que todo en la vida debería ser más fácil.

 Sin embargo, creo que gran parte de mi dolor existe enteramente en mi mente. Cuando pienso en los ideales y fantasías sobre cómo tiene que ser la realidad para ser lo suficientemente buena para mi, las cosas empeoran.

 Creo que es hora de dejar ir mi historia. Supongo que puedo tener una historia desgarradora en el pasado sin dejar que gobierne mi presente.Supongo.

 En el presente todos tenemos algún tipo de dolor: ira, tristeza, frustración, decepción, arrepentimiento, etc.

Busco este dolor dentro de mi mismo, observo atentamente y veo que es causado por cualquier historia que tengo en la cabeza sobre lo que sucedió en el pasado (en el pasado reciente o en el pasado lejano). Mi mente insiste en que el dolor que siente es causado por lo que sucedió (no por la historia que formo en mi cabeza al respecto), pero lo que sucedió en el pasado no está sucediendo en este momento. Se acabó. Ha pasado. Pero el dolor sigue sucediendo en este momento debido a la historia que mi subconsciente me repite sobre ese incidente pasado.

Esta "historia" no es una "historia falsa". Tampoco es que sea una "historia verdadera". La palabra "historia" no tiene que implicar verdadero o falso, positivo o negativo, o cualquier otro tipo de llamada de juicio contundente. Es simplemente un proceso que está sucediendo dentro de mi cabeza.

Recordando algo que pasó, me percibo a mí mismo como una víctima de este incidente. Recordarlo me duele.

Intento fijarme en la historia que tengo, sin juzgarla, y sin juzgarme a mi mismo. Es natural tener una historia; todos tenemos historias.

Me concentro en lo que hay aquí conmigo ahora: la luz (que veo cada vez peor), los sonidos, mi cuerpo, el suelo bajo mis pies, los objetos y las personas moviéndose a mi alrededor. No juzgar estas cosas en contra de lo que deberían ser, solo aceptar lo que realmente son me cuesta. Pues creo que una vez que acepte la realidad, puedo mejorarla.

Mirar la vida tal como es, sin todos los ideales y fantasías que me preocupan, dar un paso adelante sin juicios dolorosos.

Recientemente, COVID-19 ha sido una de las principales razones por las que muchos de nosotros estamos preocupados, yo también. La nueva normalidad que nos hemos visto obligados a vivir ha sido bastante confinada tanto mental como físicamente. Todo cambió de la noche a la mañana, dejándonos anhelando los buenos viejos tiempos. Sí, muchas cosas se han pospuesto, cerrado o cancelado recientemente. Pero no todo. 

El amor no ha sido pospuesto, cerrado o cancelado. (creo) La esperanza no ha sido pospuesta, cerrada o cancelada. El cuidado propio no ha sido pospuesto, cerrado o cancelado.

En este momento hay un montón de oportunidades para invertir en las pequeñas cosas que más importan. La clave es no dejar que las dificultades de la vida nos nublen la vista.

Pensar en las situaciones más desgarradoras que he soportado en el pasado es probable  que traiga algunos sentimientos muy incómodos y los apegos asociados  pueden despertar ansiedad, ira o tristeza. Esto es algo que hay que enfrentar.

¿Como me sentiría si fuera capaz de superar estos sentimientos? "Por "superar" me refiero a no sufrir por algo que no se puede controlar. Sé que se puede.

¿Cuál es el secreto? No hay una respuesta única, pero todas las posibles respuestas comienzan con la liberación de los juicios.

La verdad es que es imposible superar una situación difícil, dejarla ir, si lo sigo juzgando obsesivamente y lo comparo con otra cosa. Volviendo  a repasar una situación específica desgarradora del pasado elijo una que aún suscita emociones negativas y luego me pregunto:

 ¿Creo que no debería haber pasado nada? ¿Creo que el resultado debería haber sido diferente? ¿Es algo personal? ¿Culpo a alguien más por lo que pasó? ¿Me culpo a ti mismo? ¿La situación es imposible de superar?

Si contesto "sí" a una o más de esas preguntas, entonces se que lo que está prolongando mi sufrimiento y evitando que lo supere es el juicio. Mi juicio sobre lo que "debería haber pasado" continúa posponiendo el amor, la esperanza y el cuidarme como creo que merezco.

Ahora puedo pensar algo como, "Lo que pasó fue increíblemente horrible. No puedo concebir el superarlo nunca". Liberar mi juicio no significa que esté satisfecho con lo que pasó, si no que estoy intentando eliminar la carga negativa que soporto al juzgarlo perpetuamente.

Cuando pienso mejor en mis circunstancias, creo que  viviré mejor a pesar de ellas.

Y después de este magnífico autorretrato me voy a tomar unas cañas con una buena amiga.