Decir "no". Hablar,
decir la verdad o cambiar de opinión.
Darle prioridad a nuestras necesidades, aprender de nuestros errores (aprender
de los ajenos sería la caña), aceptar nuestras imperfecciones.
Hacemos las cosas mal
incluso cuando sabemos hacerlos bien.
Porque nuestra mente (¿nuestro
cerebro?) tiene debilidades, se vuelve olvidadizo e insensible cuando está
estresado. Y para vencer estas debilidades hay que entrenarse.
¡Cualquier momento es bueno!
¿Y cómo se hace?
Pues no lo se.
Pero tal vez mantener los
pensamientos correctos en la parte de tu mente que permita que estén disponibles en esos días en lo que inevitablemente
los necesitas. Eso puede significa hacer
una pausa con frecuencia y reflexionar sobre precisamente lo que debemos
recordar.
Coleccionar citas y notas, y
colocarlas en algún lugar donde puedas verlas. Luego, cada vez que te sientas
estresado, abrumado o confundido sobre el siguiente paso, hacer una pausa de un
minuto y leerlos en silencio. Hacer esto puede cambiar gradualmente la forma de
pensar.
No se puede controlar cómo se comportan los demás.
No se puede controlar todo lo que pasa. Se puede controlar cómo responder a
todo. En tu respuesta está tu poder.
El obstáculo más grande y
complejo que jamás habrá que superar es la propia mente. Uno no es responsable
de todo lo que sucede en la vida, pero es responsable de deshacer los patrones
de pensamiento autodestructivos que los resultados indeseables crean.
El objetivo es cambiar la
respuesta a lo que no se puede controlar. Crecer tan fuerte en el interior que
nada en el exterior pueda afectar el bienestar interior sin su permiso
consciente.
Cuanto más viejo mas
pellejo, no, más tranquilo y concentrado se vuelve uno. La vida humilla e
ilumina gradualmente a medida que envejece. Se da uno cuenta de en cuántas
tonterías ha perdido el tiempo. Y se da cuenta de lo precioso que es el día de
hoy.
Hay que entrenar la mente
para ver qué es lo correcto. La positividad es una opción. La paz y la
felicidad de la vida dependen en gran medida de la calidad de los pensamientos actuales.
Las luchas le están ayudando
a crecer de maneras que no se puede imaginar. Puede ser difícil de ver en este
momento, pero un día mirará hacia atrás y se dará cuenta de que las cosas
tenían que pasar de la manera en que lo hicieron para llegar a donde está. Confíemos
en que los desafíos actuales serán responsables del crecimiento futuro.
La paz no significa estar en
un espacio donde no haya caos, problemas o realidades difíciles de tratar. La
paz significa estar en medio de todas esas cosas y permanecer mental, emocional
y físicamente centrado. (Ni decirlo es fácil)
Si se espera hasta que estar
100% listo, se estará esperando toda la vida. Algunas personas esperan todo el
día a las 5 de la tarde, toda la semana para el viernes, todo el año para los festivos...
toda su vida por la felicidad.
Ser paciente hoy, no es quedarse
ahí sentado. La paciencia en la vida no se trata de esperar, es la capacidad de
mantener una buena actitud mientras se trabaja duro por lo que uno cree.
A medida que se lucha por
seguir hacia adelante en los próximos
días y semanas, recordemos que es mucho mejor estar agotado de mucho esfuerzo,
aprendizaje y crecimiento, que estar cansado de no hacer absolutamente nada.
Nuestro carácter es más
evidente en nuestros altibajos. Sea humilde en las cimas de las montañas,
fuerte en los valles, y fiel en el medio. Y en días particularmente duros en
los que sienta que no puede aguantar, recuerde que su historial para pasar por
días difíciles ha sido de un 100% de éxito hasta ahora.
Dentro de diez años no importará
qué zapatos haya usado hoy, cómo llevaba el pelo o qué marca de ropa usaba. Lo
que importará es cómo vivió, como amó y lo que aprendió en el camino.
Si tiene la capacidad de
hacer feliz a alguien hoy, hágalo. El mundo necesita desesperadamente más de
eso en este momento.
Ser humilde, buscar
amistades con personas que no tienen nuestra edad, pasar tiempo con personas
que no vienen de la misma clase social ni tienen nuestro mismo idioma. Así se aprende
y se crece. Así es como se ve el mundo.
Siempre se es demasiado para alguien,
demasiado sensible, demasiado grande, demasiado ruidoso... demasiado nervioso.
Y si se redondean los bordes para hacerlos
felices, se pierde ventaja. Se piden disculpas por los errores, por ser humano.
Pero no se disculpa uno por ser quien es.
Nunca encontrará su valor en
otro ser humano, lo encontrará en si mismo. Acepte y reconozca su propio valor,
deje de esperar a que otros le digan lo importante que es. Dígaselo a sí mismo.
Y créaselo.
Docenas de veces a lo largo
de la vida, superará lo que pensó que no podía vivir sin él. La vida nos
llevará por caminos duros pero necesarios que nunca hubiéramos viajado por
elección. Sin miedo, con fe, con confianza en el viaje.
Nunca es demasiado tarde. Estamos
exactamente donde necesitamos estar. Cada paso es necesario. Sin juzgar ni
reprenderse por cuánto tiempo lleva el viaje. Todos necesitamos nuestro propio
tiempo para recorrer nuestra propia distancia.
Felicitemonos por nuestra resiliencia
y por lo lejos que hemos llegado.
También se pueden usar otros
medios para recordar, como imágenes. Cualquier cosa que en esos momentos en los
que es más probable que nos rindamos a impulsos que nos atascan y nos alejan de
nuestras mejores intenciones nos ayude a interrumpirlos y centrarnos, nos sirve.
Una de mis virtudes es que soy capaz de aprender de errores ajenos.
ResponderEliminar"Es mas listo quien escarmienta en cabeza ajena", uno de los muchos consejos de mi difunto padre que no he sido capaz de seguir.
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