jueves, 16 de noviembre de 2023

RITUALES MATINEROS II (LA BRASA CONTRATACA)

 “…Un poco mas de rollo no vendría mal…” decían los “Tequila”, cuando yo era joven y delgado. Un poco de ejercicio nunca viene mal.

El ejercicio es la forma más sencilla y rápida de cambiar tu vida, no solo porque fortalece tu cuerpo, sino porque también fortalece tu mente. Y casi instantáneamente infunde un sentido positivo de autocontrol en tu subconsciente, incluso cuando otras circunstancias en tu vida parecen caóticas.

En este mundo cruel,  que a menudo está más allá de tu control, el ejercicio se convierte en un espacio personal donde puedes entrenar y recuperar el dominio sobre tu mundo. Solo tú puedes mover tu cuerpo. Solo tú puedes poner un pie delante del otro. Solo tú puedes decidir hasta dónde te esforzarás.

Cuando comienzas tu día así, con los pies en la tierra y en control, el mundo en general es mucho más fácil de navegar.

El ejercicio es realmente una medicina universal para casi todas las dolencias mentales humanas. Reduce drásticamente la depresión leve y moderada, disminuye la ansiedad, contrarresta los efectos negativos del exceso de estrés y más. Y la mejor parte es que, obviamente, el ejercicio no es solo un entrenamiento mental, sino también físico..

Un poco de meditación no vendría mal.

El principio de empezar poco a poco  se aplica aquí también. Dicho esto, sin embargo, un ritual de meditación matutino de solo 15 minutos no es tarea fácil para la mayoría de los principiantes. (Recomiendo buscar ayuda, a meditar se aprende). Durante los primeros intentos de meditación, la mayoría de los meditadores novatos tienden a encontrar casi imposible calmar su mente. Debido a esto, muchos de nosotros probamos la meditación una o dos veces y no vemos el valor en ella, no inculca inmediatamente la misma sensación de control que el ejercicio. Pero con práctica y paciencia, la meditación puede ser mucho más poderosa.

La meditación proporciona un nivel más profundo de control que, en última instancia, saca de nosotros lo que ha estado atrapado en nuestro interior, nos conecta con nuestro verdadero yo al permitirnos acceder a todas las áreas de nuestra mente y cuerpo de las que generalmente estamos distraídos y desconectados. Reduce el estrés mental y aumenta la presencia mental (conciencia)


Me estoy pasando al pan de panadería, obvio ¿No?

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