Tus rituales matutinos marcan una gran diferencia.
Antes de llegar a los rituales, que suelen ser parecidos, probablemente a todos nos han dicho algo así en algún momento de nuestra vida, puedo apostar a que si, por algo será.
Lava los platos.
Estás comiendo la comida más importante del día, ¿verdad? Bien. Ahora puedes aprovechar tu desayuno para fortalecer tu autodisciplina. Y la autodisciplina es una habilidad vital que hay que perfeccionar. Es la capacidad de superar las distracciones y hacer las cosas importantes. Implica actuar de acuerdo con lo que sabes que es correcto, en lugar de cómo te sientes en el momento (tal vez cansado o perezoso o distraído por otra cosa), lo que generalmente requiere sacrificar la facilidad inmediata por lo que más importa en la vida.
La falta de autodisciplina para la mayoría de nosotros es a menudo el resultado de la falta de concentración. En otras palabras, nos decimos a nosotros mismos que vamos a hacer algo, pero luego no lo hacemos. ¿Una de las formas más fáciles y efectivas de desarrollar y mantener la autodisciplina diaria?
Empieza con poco, friega tus platos del desayuno.
Sí, me refiero literalmente a fregar los platos con tus propias manos. Es solo un pequeño paso adelante cada mañana, cuando comas tu café o tus cereales o lo que sea, friega la taza y la cuchara. Cuando termines de tomar tu café de la mañana, enjuaga la cafetera y la taza. No dejes los platos sucios en el fregadero o en la encimera para más tarde. Lávalos inmediatamente.
Hay una charla “TED” de un colega sobre hacer la cama realmente estupenda estupenda. Por cierto cuento con que cama está hecha, como dice Mcraven si tienes un mal día al menos tienes una cama hecha a la que volver, una que has hecho tu.
Las abuelas, y las madres, no sabrían tanto de motivación como el Almirante, pero si sabían que si no haces bien las cosas pequeñas no harás bien las importantes y que una cama bien hecha te ayudará a pensar que mañana será mejor.
Espero que el enlace funcione al menos copiando y pegando, este cibertarugo ya fregó sus platos e hizo su cama.
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