martes, 19 de marzo de 2024

APRENDEMOS TARDE... (QUIEN APRENDE...)

 A menudo, las personas sobreestiman la importancia de un gran momento decisivo y subestiman el valor de tomar buenas decisiones y pequeños pasos de progreso a diario.

Esto corre por internet en parecidas versiones.

Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que sí puedo y la sabiduría para distinguir unas de otras.

Esto, como todo, tiene lado bueno y lado malo.

Lo malo es que, en términos generales, casi todo está fuera de tu control. Lo que hagan otras personas, si lloverá mañana (que no creo), si tus esfuerzos serán apreciados o no.

La fricción y la frustración creadas al tratar de cambiar cosas que no se pueden cambiar es el crisol donde nace la infelicidad. Aceptar que la mayoría de las cosas están fuera de tu influencia te da permiso explícito para dejar que se desarrollen como puedan, esto es lo bueno, creo.

Superar la infelicidad, el no estar convencidos de que las cosas cambiarán alguna vez y el no estar seguros de qué hacer a continuación, comienza con comprender lo que se puede controlar y lo que no.

El cambio mental aquí no es fácil. La mayoría de nosotros hemos pasado toda una vida preocupándonos por cosas que no podemos controlar. Para la mayoría, es un hábito genuino, uno que debe ser reemplazado por una comprensión saludable de cuánto podemos cambiar realmente. Sin embargo, una vez más, es difícil entender todo esto cuando escuchas constantemente... "¿Por qué no lo superas?" o "Déjalo ir".

Todos hemos escuchado alguna vez este consejo y  es un buen consejo, hasta cierto punto.

Es cierto que, "el tiempo cura todas las heridas", ¿verdad? Bueno, sí... más o menos. Pero las heridas se curan de manera diferente dependiendo de cómo se traten.

Si se deja solo, un corte en la piel dejará una gran cicatriz y será vulnerable a lesiones nuevamente en el futuro. Esta es la razón por la que nos dan puntos de sutura, ayuda a que la herida sane de una manera que limita la posibilidad de volver a lesionarse en el futuro.

Las heridas emocionales funcionan de forma parecida, con el tiempo suficiente, la mayor parte del dolor emocional disminuirá, eso es cierto. Pero el simple hecho de "superarlo" deja cicatrices.

En el sentido emocional, las cicatrices equivalen a una mochila, una mochila que llevamos con nosotros en todos los aspectos de nuestras vidas. Estas cicatrices crecen y se acumulan hasta que un día te despiertas sufriendo por infelicidad, o por no estás convencido de que las cosas cambiarán,  o por no saber qué hacer a continuación.

Mejor que superarlo será revisarlo paso a paso y curar la herida a conciencia.

Siendo honesto, entiendo el deseo de "superar" experiencias o situaciones difíciles en lugar de enfrentarlas. Volver a visitar recuerdos dolorosos o enfrentar nuestros demonios actuales es muy, muy difícil. Y nosotros, como seres humanos, estamos programados para no hacernos daño.

Sin embargo, como nos enseñaron nuestros padres, ignorar un problema no hace que desaparezca.

Y además de las cicatrices, ignorar o restar importancia a una herida te pone en riesgo de infección, vale para heridas físicas y emocionales.

Los asuntos no resueltos en tu vida se instalan en tu mente e influyen en las decisiones las relaciones y las actitudes. Roban la felicidad y el potencial.

Por supuesto, hacer las cosas difíciles pero necesarias para resolver sus problemas y sanar sus heridas puede parecer imposible, pero yo, últimamente confío en que hay gente que puede cambiar.(O no)



Antes de que el alien se coma a las chicas tengo que buscar un rosado de serrada realmente cañero (o que yo tenía 35 años menos...)

1 comentario:

  1. Gracias por proporcionar una visión clara y perspicaz en tu artículo. ¡Estamos agradecidos por tu claridad! Explora nuestro sitio web especializado en el juego Aviator.

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