miércoles, 28 de mayo de 2008

La fiesta sensorial…



Tomó distancia, salió de si mismo, o entró muy dentro de sus ser, se desconectó de sus sentidos para sentirlo, se alejó de la fiesta para gozarla. Contempló la belleza de sus cuerpos, percibió los colores, las formas, las luces, las sombras; olió, los aromas de la leña ardiendo, del sándalo, del boj mezclado con el perfume del placer; evocó los sabores, los de la carne, los de la excitación, los salados, los dulces; escuchó la melodía, siguió, el ritmo cadencioso de la música y el agitado golpeteo de los cuerpos; sintió el suave roce de la seda, la cálida textura de la piel.
Fiesta de los sentidos, de todo aquello que por ellos percibía, fiesta de la sensualidad, combinación de sensaciones placenteras por todos los sentidos… a la vez.
No era solo la maestría de su amante, era el disfrute, refinado, cultivado, artístico, de todo lo placentero. Una lujuria metódica, una obra maestra del arte erótico, que convertía lo que podía haber sido un simple revolcón, en algo inolvidable.

3 comentarios:

  1. ¿Y el sexto sentido? ¿Qué le decía el sexto sentido?

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  2. Motivadoras palabras, un texto evocador muy insinuante me gusta...

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  3. Increíble capacidad… utilizar tu tao para volverte sabio en percepciones y placeres.
    Crear, enseñar, aprender… cortesano amante, maestro del Kama Sutra, artista del placer.
    Buena ocupación, puesto que si imaginas maravillas, practicaras prodigios (y viceversa).

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