sábado, 15 de agosto de 2020

De reconocimiento y elogios (en público)

Dar elogios (caricias) genuinos siempre que sea posible. Hacerlo puede ser difícil, pero es un poderoso acto de servicio. Empieza a notar lo que te gusta de los demás y habla. Tener aprecio por lo increíble que es la gente a tu alrededor es extremadamente gratificante. Es una inversión en ellos que no cuesta nada, y los rendimientos pueden ser asombrosos. No sólo se sentirán empoderados, sino también lo que va alrededor viene alrededor, y tarde o temprano la gente que estás animando comenzará a animarte también.

 "Alabar en público, penalizar en privado". Nunca ridiculizar públicamente a alguien si puede evitarse. Si no se entiende a alguien, tal vez se debería preguntar. Si no se está de acuerdo con alguien, decírselo respetuosamente. Pero no juzgarlos a sus espaldas.

 Recordar todo lo antes mencionado —y vivir en consecuencia— es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Pero nadie dijo que fuera fácil. Las cosas difíciles también hay que hacerlas.
 Sobre todo, no dejar de aprender. No dejar de invertir en uno mismo. Estudiar. Leer. Observar. Involucrarse profundamente con las personas, incluso aquellos que piensan diferente. Hacer preguntas. Escuchar atentamente. Ser una persona que te devuelva.

 La conclusión es que este día nunca volverá...

 Seamos una bendición, un amigo, animemos a alguien, cuidémonos, hagamos que nuestras palabras sanen.

 Tenemos el poder de mejorar el día de otra persona, tal vez incluso toda su vida, simplemente dándoles nuestra sincera presencia, compasión y bondad hoy.


¡Vamos!











Café viejo para una mañana nueva.

2 comentarios:

  1. El lenguaje genera realidad... ¿por qué no elegimos crear una realidad más agradable? No es fácil, pero tampoco tan difícil.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces no es fácil, a veces la realidad es soez como algunos lenguajes.

      Besos.

      Eliminar

Comentarios...