miércoles, 11 de mayo de 2022

EXPECTATIVAS

Es una pasada cómo superamos lo que una vez pensamos que no podríamos vivir sin ello, y luego nos enamoramos de lo que ni siquiera sabíamos que queríamos. La vida nos sigue llevando por caminos que nunca recorreríamos si dependiera de nosotros. Mejor no resistirse, confiar en el viaje.

No siempre sale bien, pero a veces, hay que probar la fruta para saber si está buena. A veces no lo está, la probamos y ponemos cara rara. O tal vez la fruta sabe completamente normal, nada especial en absoluto. Por lo que la tragamos sin siquiera pararnos a apreciar su sabor, pasamos al siguiente bocado indigno y al siguiente.

En el primer escenario, la fruta nos decepcionó porque no cumplió con nuestras expectativas; en el segundo porque cumplió con todas nuestras  expectativas.

¿Se aprecia la ironía?

O no es bueno o no es lo suficientemente bueno. Lo malo es cuando esto pasa en nuestra vida. Es por eso que muchos de nosotros nos sentimos decepcionados por casi todo.

Porque nada cumple realmente con nuestras expectativas.

Tal vez eliminando las expectativas de como “deberían” ser las cosas y siendo genuinamente curioso, imparcial y abierto a una amplia variedad de sabores posibles, podremos realmente prestar atención. Notar la jugosidad, la textura, los sabores simultáneamente picantes, agrios y dulces que se arremolinan en tu lengua, y todas las demás sensaciones complejas que surgen en la conciencia a medida que se mastica. No sabías cómo sabría esta fruta, pero ahora te das cuenta de que es diferente al resto, y es notable a su manera. Es una experiencia totalmente nueva, una experiencia que vale la pena, porque nunca antes has probado esta fruta.

Esto puede necesitar de una serie de renuncias que nos vuelvan como un principiante, o tal vez baste con tener una mentalidad libre de expectativas innecesarias y sofocantes.

Aplicar esto a casi cualquier cosa en la vida sería lo adecuado (o no): cualquier evento, cualquier situación, cualquier relación, cualquier persona, cualquier pensamiento que entre en tu mente.

La conclusión es que el enemigo está dentro (a veces también fuera claro) es la propia mente.

Y claro que suele ser más fácil decirlo que hacerlo.


Tengo mis expectativas puestas en un vermut amarillo pálido de tono pajizo. Intensa entrada picante, con tonos florales, cítricos y anisados, denso y dulce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios...