sábado, 29 de abril de 2023

HORROR VACUI (parte 2)

 

Ahora hago una pausa para escuchar la radio o música. Y estoy orgulloso de ello.

Estar ocupado, como pollo sin cabeza de un lado a otro como el conejo de Alicia (Alicia en el país de las maravillas, el señor conejo, que nos conocemos… la mayoría de las veces es solo un error trágico que hace que la vida sea abrumadora.

Si no estamos por debajo de la línea de pobreza, haciendo malabares con tres trabajos a la vez solo para poner comida en la mesa, entonces nuestro ajetreo es auto infligido el 98% del tiempo (la excepción es el 2% del tiempo cuando los eventos de la vida son verdaderamente difíciles).

Entendí mi ajetreo tarde, cuando lo estudié el tiempo suficiente para darme cuenta de que, sí...La mayoría de las veces creé prisa y preocupación donde en realidad no existía. Que lo podía haber tomado de otra manera. La prisa en especial es mala, pero no como una de esas malas de película que están estupendas y que no te importaría te capturasen, mala de verdad, mala como para erradicarla de tu vida.

"¡Si no terminas de comer, vamos a llegar tarde!"

"Si no hacemos esta tarea en los próximos 10 minutos ... ¡Nunca vamos a alcanzar nuestro objetivo!"

Lo curioso es que, provocara a todos a mi alrededor para que se movieran más rápido o no, siempre nos movíamos colectivamente al mismo ritmo de todos modos. Pero cuando los provoqué, todos (incluyéndome a mí) estaban más infelices y más estresados.

Mi ajetreo solo creó ansiedad, amargura y complejidad, incluso en los días en los que el ajetreo era real (muchas cosas que hacer), generalmente se debía a un horario sobrecargado que había creado personalmente.

Lamentablemente, una gran parte de la razón por la que llenamos nuestras vidas con ocupaciones constantes tiene que ver con la sociedad siempre conectada, siempre conectada, siempre compartida, siempre comparadora en la que vivimos.

Inconscientemente nos definimos a nosotros mismos en función de dónde estamos y qué tenemos en relación con todos los demás.

Si no tenemos una "mejor" carrera, casa, pareja, automóvil o par de zapatos, nos sentimos inferiores. Y la única forma en que podemos hacerlo mejor y subir de nivel, es estar más ocupados haciendo... ¡lo que sea! Después de todo, somos lo que hacemos, ¿verdad? Cargo, empleador, etc. ¿No son estas las primeras cosas que compartimos con extraños que conocemos en las fiestas?

Un poco de "horror vacui" en la agenda, el tiempo en la vida, es lo más valioso y lo más difícil, casi imposible, de recuperar, si llenamos nuestro tiempo de actividades sin un sentido claro, lo perdemos y no lo recuperamos jamás.

Tener siempre tiempo disponible, para lo que sea, para los seres queridos aunque no te quieran, para acariciar una piel con un tacto divino, para algún placer inconfesable, incluso para perderlo. 

Eso es vivir.



La vida no es una carrera, lo del vermut si, a punto de huir estoy.

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