Lo de esperar que las personas coincidan perfectamente con tu idea de quiénes son, o sea con la idea de cómo son, tiene algunas peculiaridades.
Y es que eso de amar y respetar a los demás puede significar permitirles ser ellos mismos, como si yo fuera alguien para permitir o no, algo. Cuando no se espera que las personas sean de cierta manera, se puede comenzar a apreciarlas por lo que realmente son. Respetar a las personas como son y por lo que realmente son requiere un esfuerzo de atención y otro de aceptación, cada uno es como es y no como yo quiero (o como me convenga) que sea.
Hay que reconocer que no conocemos a la mayoría de las personas ni la mitad de bien de lo que creemos, y conocer a alguien realmente bien, es en gran parte lo que lo hace maravilloso. Todo ser humano es extraordinario y bello de alguna manera (unos más que otros, vale, pero ese es otro tema). Solo se necesita un par de ojos pacientes para verlo. Cuanto más conozcas a alguien, más podrás mirar más allá de su apariencia y ver la belleza de lo que realmente es.
Si no sales del bar hecho un "cuñao" ese "Vemú de barril" no era tan bueno, digan lo que digan...(por Raphael..)
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