DECISIONES IMPORTANTES

 

¿Y ahora qué coño hago?

Hay muchas cosas que nos alejan de momentos especiales con personas especiales. Prestar atención a las pequeñas cosas, porque cuando realmente se extraña a alguien, se extrañan más las pequeñas cosas, como simplemente reír juntos. Salir a dar largos paseos, disfrutar de grandes conversaciones, dejarse llevar por un rato y simplemente estar juntos

Solemos pensar negativamente sobre nuestras capacidades. Pero el  hecho de que se esté luchando no significa que se esté fracasando. Todo gran éxito requiere algún tipo de lucha digna para llegar allí. Apreciar dónde se  está, se ha recorrido un largo camino y se sigue aprendiendo y creciendo, se agradecen las lecciones.

¿A quién no le gusta un buen drama en casa? (o un baptisterio romano ya puestos…) Una gran parte de la madurez es aprender a alejarse con gracia de las situaciones que amenazan tu paz mental, tu autoestima, tus valores, tu moral. Habría que practicar (entrenarse en…) dejar ir gradualmente,  no es necesario que asistas a todas las discusiones  a las que te inviten (no hay que entrar a todos los trapos). Date el espacio para valorar tu tiempo, las relaciones genuinas y la tranquilidad, sobre todo en las próximas semanas. Porque poco más importará más a largo plazo.

El deseo de todo lo que no tenemos. No, no siempre tendrás exactamente lo que quieres, pero también recuerda que hay muchas personas que nunca tendrán lo que tú tienes en este momento. La felicidad nunca llega a aquellos que no aprecian lo que ya tienen. Así que recuérdate a ti mismo que no te fuiste a dormir con hambre anoche, que tenías la opción de elegir qué ponerte hoy, que tienes acceso a agua potable, que tienes acceso a Internet, que puedes leer. El secreto para ser agradecido no es ningún secreto, se  elige ser agradecido por las pequeñas cosas.

La comparación social es un famoso ladrón de la alegría y el progreso diarios. Literalmente,  se podría pasar toda una vida preocupándose por lo que otros tienen, pero eso no te daría nada que valga la pena tener. Hay que mantener el radar de comparación bajo control.

Obsesionarnos con quiénes éramos o qué teníamos en el pasado. No soy la misma persona que eras hace un año, un mes o una semana. Siempre estoy evolucionando y creciendo. Las experiencias no se detienen... Así es la vida.

Una mujer ingeniosa...