A
ver qué se puede hacer para lidiar con esta gente, que no sea matarlos violentamente
como nos apetece, en realidad si
conseguimos no tomarlo personalmente y mantener la calma ya tenemos mucho
ganado. Hay quien parece tener una disposición natural a tratar cordialmente
con personas que nos gritan, nos interrumpen, nos cortan en el tráfico, hablan
de cosas terriblemente desagradables, etc. (la
mayoría solo podemos pensar en matarlos violentamente, mucho) La gente no sabe comportarse y a veces nos sentimos
profundamente ofendidos por comportamientos que no parecen tener otro objetivo
que ese, ofendernos. No vamos a dejar que lo hagan, sobre todo si son continuos
y reincidentes. No sé yo mucho del tema, lo que no te hace falta no lo
desarrollas, y yo vengo de una organización disciplinada, jerarquizada y unida,
o eso decían, pero voy a intentar aportar algo.
Para tratar con el personal difícil como un
teclado rebelde seguro que hay muchas estrategias.
Podemos
probar con un cambio de perspectiva, por ejemplo yo llevo unos años sin
conducir y ya no me acuerdo de la miles de veces que me han hecho enfadar comportamientos
inadecuados de otros conductores, no serían tan importantes. Ahora que soy
mayor no recuerdo, apenas, las rabietas de mis hijos cuando eran pequeños, no
eran tan trascendentes, solo eran rabietas de niños. No vale la pena gastar
nuestra energía, mejor cambiar la perspectiva (ampliarla) y recordar que esto
también pasará.
Quien
se comporta inadecuadamente, nos dice algo desagradable, grita o insulta
general mente lo hace para afrontar una mala situación por la que está pasando;
puede que estén sufriendo internamente de maneras inimaginables; una reacción
acalorada no ayuda, podemos intentar mostrarles empatía y darnos cuenta de que
su comportamiento probablemente está impulsado por algún tipo de dolor interno.
Podemos tener un poco de compasión por esta persona rota, porque todos hemos
estado rotos de alguna manera (nosotros también
somos “gente”, como gusta de recordarme una persona a la que quiero más de lo
que cree) .Todos, a veces,
necesitamos un abrazo, un poco de compasión extra y un poco de amor inesperado.
Poner
límites, esto es más fácil decirlo que hacerlo, Siempre hay alguien dispuesto a
hacer que parezca egoísta y eso que hablamos de límites saludables y
razonables. Esto requiere de una honestidad difícilmente alcanzable y un
equilibrio y una independencia del propio estado de ánimo que resulta
complicada. La idea es construirlos poco a poco, y ser consciente de que lo
primero es estar bien uno mismo para no ser una carga y poder ayudar a los
demás. Para poder lidiar con personas difíciles en momentos difíciles es
importante estar al completo de de capacidades y para eso hay que cuidarse,
poner límites.
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