Ya publiqué, aquí, algo sobre París. He vuelto ya un par de veces. París es grande, incómodo y carísimo. Pero como alguna mujer real y por ende imperfecta, no sabes el motivo pero te sigue subyugando. No es algo racional y eso que yo me precio de serlo (aquí hace falta una revisión, sin duda) no pasa el filtro de la objetividad ni de broma, grande, tanto que es incómoda y de cara, carísima (en clara alusión a un chiste tan viejo y malo como incorrecto).
Voy de vez en cuando por un buen motivo, no se pierdan el Louvre y la Notre Dame, son magníficos, no los he visitado. No se trata de lo que ella puede hacer por ti, se trata de cómo puede hacerte sentir.
Yo mismo no hago planes, “flaneur” amateur, observador urbano y perezoso investigador social, poco social ya, reconozco. (Y poco investigador).Pasear tranquilamente por las calles parisinas, dejarme cautivar tanto por rincones ocultos y desolados como por el animado, bullicioso y elegante (no siempre) centro comercial. Pero no soy un “flâneur” al uso, la multitud no me gusta, me manejo mejor en la soledad, no estoy dispuesto a prescindir de mi vida de caballero ocioso (aunque esta no fue mi opción, fue impuesta).
Demasiado a menudo desperdiciamos nuestro tiempo esperando a que aparezca un camino, pero nunca lo hace. Porque olvidamos que los caminos se crean caminando, no esperando. Y olvidamos que no hay absolutamente nada en nuestras circunstancias presentes que nos impida avanzar de nuevo, un pequeño pasito cada vez.
En fin, sin duda hay que estar libre de las presiones del mundo laboral para pasear por la ciudad mientras la gente corriente se apresura a trabajar a tu alrededor.
Todo se vuelve un poco incómodo cuando llega el momento de un cambio; solo es una parte del proceso de crecimiento, creo. Poco a poco las cosas mejorarán (o no); hay que tener en cuenta que el esfuerzo nunca se desperdicia, ni cuando conduce a resultados decepcionantes; siempre te hace más fuerte, más educado y con más experiencia a la larga. Así que cuando las cosas se pongan difíciles, sé paciente y sigue adelante. El simple hecho de que estés luchando no significa que estés fracasando. Todo gran éxito requiere algún tipo de lucha.
La vida es como una taza de café;es importante como la preparas, pero sobre todo como te la tomas (yo solo y no muy en serio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios...